martes, 27 de enero de 2009

Opus Dei… ¡Oh, no!

Desde los años 40, cuando se oye hablar de Opus Dei todo el mundo se echa las manos a la cabeza o tiembla como un flan. Y señores, no hay nada peor que la ignorancia. ¿Acaso alguna vez se ha interesado por conocer los principios del Opus Dei? Yo hasta ahora no, pero de pronto he sentido la necesidad de dar unas breves pinceladas de esta organización tan popular y desconocida a la vez.

Pues bien, el fundador de “La Obra” como ellos lo llaman, no fue otro que un estudioso de la teología, José María Escrivá de Balaguer (1902-1974) o San Josemaría. Pues sí, este señor fue canonizado por Juan Pablo II en 2002 por una supuesta “curación con carácter milagroso” a una monja, fallo que considero personalmente más que dudoso.

Al grano, para reducir todo a una sola frase, el principio del Opus Dei es ayudar a encontrar a Cristo en el trabajo, la vida familiar y el resto de actividades ordinarias. Lo que viene haciendo la Iglesia desde que es Iglesia, vamos.

Remontándonos a mediados de los 50, un señor llamado Francisco Corazón, instruido en la doctrina del Opus Dei, como sus ocho hijos no le daban suficiente trabajo, decidió fundar en 1962 la primera Granja Escuela de Capataces Agrícolas en la sierra de Córdoba. Según sus propias palabras “deseaba que se convirtiese en el futuro en una labor apostólica del Opus Dei”.

¿Qué importancia tiene este señor en todo esto? Más de la que nos imaginamos, mis queridos Colmenareños. Este miembro del Opus Dei, Francisco Corazón fue el antecesor de Joaquín Herreros, también miembro del Opus, que junto con otro señor de reputación aparentemente intachable fundaron los centros de formación profesional EFAs (Escuelas Familiares Agrarias). En Colmenar Viejo hay una.

La EFA Valdemilanos de Colmenar Viejo imparte ciertos cursos de formación profesional, apoyo a los mayores, cursos para desempleados… aunque debería decir “desempleadas” ya que en este centro sólo aceptan niñas y mujeres. Sí señores, como lo leen, en pleno siglo XXI, con los más avanzados medios tecnológicos al alcance de todos, habiendo llegado a la Luna, Marte, al interior de los volcanes y a la madre que lo parió, existen escuelas que abogan por la educación diferenciada de sexos. Esta propuesta de la EFA Valdemilanos no es una apuesta por la formación de la mujer, que también lo es, sino una propuesta porque las niñas deben recibir una educación diferente a la de los niños.

En la página web de estas escuelas EFA tienen un apartado de enlaces de interés donde podemos visitar páginas como www.diferenciada.org (defienden la educación diferenciada por sexos, en centros educativos o asignaturas específicas, con el lema Las escuelas single-sex: una opción actual para la diversidad), www.igualesperodiferentes.org o www.opusdei.org.

En definitiva, mis queridos Colmenareños, el Instituto EFA Valdemilanos de Colmenar Viejo es del Opus Dei, patrocinado por la Obra Social Cajamadrid desde 1974 y por la Comunidad de Madrid ni más ni menos. No sé por qué no me sorprende.

Según su página web, “las Efas, desde el comienzo de su actividad, solicitaron a la Prelatura del Opus Dei que nombrara sacerdotes que se encargaran de la atención espiritual de los alumnos” mientras que soy consciente de que las profesoras, la mayoría pertenecen también al Opus Dei. Y digo profesoras, porque no hay profesores excepto los de formación espiritual que son curas. De nuevo las mujeres, aunque sean religiosas, no parecen tener categoría para impartir esta asignatura.

Y no pasa nada, se puede ser del Opus y comer callos como todo el mundo, no se es un bicho raro, salvo que los anticonceptivos y los escotes, entre otras muchas cosas, están prohibidos. Si no eres de su comunidad, simplemente están mal vistos.

Señores del Opus Dei, su filosofía de vida es de la edad media. En los días que corren la educación diferenciada no tiene sentido. Estamos en la era de la libertad, de la igualdad de sexos, de razas y de oportunidades, así que no me vengan con el rollo de que los niños son diferentes a las niñas. ¡Por supuesto! Pero no por ello hay que, primero, discriminar a los niños de Colmenar con ese centro y, segundo, educar a nuestras niñas en la religión, las costumbres y las premisas del siglo XVII.

Desde las escuelas EFA reivindican una enseñanza vanguardista en formación profesional y por otra parte también apuntan que la información que se imparte allí está inspirada en los principios del humanismo Cristiano. Las dos cosas no se pelean demasiado, sin embargo en absoluto me parece una educación vanguardista que las niñas hagan bordados mientras los niños juegan al futbol, por poner un símil.

Mis amados Colmenareños, la escuela EFA es rebobinar a los tiempos del franquismo, de la discriminación de las mujeres y del cristianismo radical. ¿Enviarían a una hija suya a una escuela religiosa radical islamista, protestante, hindú o judía?