jueves, 24 de diciembre de 2009

Bienvenidos a España

¡Qué eufemismo! Cuando oigo o leo “bienvenido” me invade un espíritu de fraternidad, amabilidad y especialmente libertad. Parece que bienvenido podría querer decir “aquí eres libre y puedes hacer lo que te dé la gana”. Pues nada más lejos de la realidad. Nuestro estado democrático y libre va a imponer una ley que prohíbe fumar en todos los espacios públicos, incluyendo locales de ocio. MAL… señores del PSOE. Ustedes son muy progresistas permitiendo el aborto a mujeres de 16 años sin dar más explicaciones, apelando a la objeción de conciencia del sanitario (cosa que por otra parte no me parece mal) y sin embargo prohíben fumar en locales públicos.


Y digo yo, si las personas somos libres de decidir si queremos o no fumar, aún a sabiendas lo malo que es y bla, bla, bla, ¿cómo es posible que ustedes, señores del PSOE no den la libertad de elegir a los propietarios de un local si desean hacerlo de fumadores o de no fumadores? ¿Acaso el propietario no decide por sí mismo si ofrecer comida Rusa o vegetariana? Pues para mí la palabra “libertad” significa poder decidir también si se permite fumar en el local o cantar y bailar (tantos locales lo prohíben, ¿cierto?).

Ustedes contestarán “claro, entonces todos los propietarios de locales decidirán hacerlos de fumadores”. Pues nada, que los hagan todos de fumadores y sea el ciudadano quien elija dónde quiere tomarse una caña. Esto sí es libertad, para el propietario del bar y para el ciudadano.

¿Qué pasa, que los locales de fumadores no visten bien en Europa, no? Pues nada, nos europeizamos, nos americanizamos y nos agilipollamos todos siguiendo pautas que no hacen otra cosa que coartar la libertad de los ciudadanos. Parece que la cosa consiste en prohibir. Mucha libertad y mucha ideología progresista de izquierdas y esto está prohibido y aquello también. Bienvenidos a España ni leches…