viernes, 12 de diciembre de 2008

Con las luces a otra parte

Se van las setas y las castañas; se van las hojas de los árboles, como se aleja la Taba un año más. Se va el Otoño, y llega el Invierno a esta nuestra querida altiplanicie Colmenareña, con sus pelonas y sus nieves (escasas últimamente), con ese rascar el parabrisas tan cotidiano (para los motorizados), o ese quedarse pelado en la parada de los Colas, mirando los pingüinos muertos de las aceras.

Y vuelve la NAVIDAD… tema recurrente en estas fechas, cómo no… ¿Y los Náufragos? ¿seremos los únicos de esta parte del globo que no hablemos de ella?. Pues me temo que si. Yo no se si es por esta corriente Anti-Navideña, por la que me dejo llevar, o porque aún no me llegó la hora de tener descendencia (cuando dicen los entendidos que se “redescubre” la Navidad)…pero que me la trae al fresco, oiga.

Y es que a mi, en estas fechas de nieve y turrón, me da por acordarme de la piscina, el bañador y las fiestas de Los Remedios, tan queridas y lejanas ya. De las cañitas a la solanera de media tarde, de la siesta y el paseo estival, al atardecer...Y sobre todo, de esa LUZ que todo lo inundaba, y que nos daba la vida, de 6 de la mañana a 10 de la noche…

¿Dije luz? ¿Y qué hacemos los humanos ahora en invierno para tener luz, tan necesaria para nuestro quehacer diario? Pues gastar, mejor dicho, malgastar energía.

¿Quién dijo que el puñetero cambio horario favorece el ahorro energético? mejor dicho, ¿el ahorro de quién favorece? El mío no, desde luego; ni en mi bolsillo, ni en mi maltrecho cuerpecillo, que esto de ir a trabajar de noche y salir igualmente de noche, le consume a uno los nervios, los ánimos y cualquier reserva energética que le quede en las lorzas.

¿Y las farolas? ¿quién se ha inventado esas farolas que “alumbran” el pueblo?

No quisiera ser yo el que defienda que nuestro pueblo parezca la cárcel de Soto, con focos de 8.000 watios iluminando las calles, pero… de ahí, a tener este alumbrado nuestro… con esas bombillas… que por lo poco que alumbran deben ser, no ya de bajo (que esas alumbran, y bien), si no de bajisísimo consumo (y mira que dudo...), pero es que además, las han colocado en picotas de 3 o 4m. de altura, que lo único que alumbran son los geranios de la señora del 5º…que están de lustrosos que da gusto verlos (…a la luz de la farola).

Pero bueno, de luces va la cosa, y al menos, de aquí a que acabe el año, tendremos un poquito más de iluminación gracias a las festivas luces navideñas - conste que los Náufragos, NO HABLAMOS DE LA NAVIDAD – que llenarán de color las calles, las farolas, los árboles, los edificios municipales, los centros comerciales...

A la hora de escribir este texto aún no se ha llevado a cabo el “Encendido Navideño”, pero me pregunto, sobre todo en estos tiempos de crisis… ¿se preocupará alguien en algún recóndito lugar del funcionariado Colmenareño, de apagar de vez en cuando las dichosas lucecitas?...digo yo, por ejemplo ¿un lunes de 2 a 7 de la mañana? porque no creo yo que a esa hora, se le ocurra a nadie ir hasta el Alcampo, para admirar la Estrella de Navidad.

Quisiera saber si los gestores de nuestro dinero, ahorro, y bienestar colectivos, tendrán las “luces” de celebrar la Navidad gastando con mesura y prudencia, (ahorrar se me antoja imposible) o seguirán en su línea de despilfarro, marca ya de la casa, tantas veces denunciado desde este colectivo…. ¿O hay que recordar el “parkincito” de Pin y Pon que se han pedido nuestros representantes para Reyes?

En fin, que viva el Verano, y que viva La Virgen de Los Remedios.